Las mujeres vivimos en una constante lucha. Estamos viviendo en una época en la que glorificamos "luchar por todo". Agarramos hombres proyectos como una lucha porque queremos cambiarlos, queremos convertirlos en su mejor versión como si fuera nuestra responsabilidad luchar esa batalla.

¿Te suena familiar?

¡No! No quiero ser luchona, quiero vivir en paz y dejar de seguir cargando este peso en mi equipaje lleno de luchas innecesarias.

Este episodio va dedicado a todas las que no saben por dónde empezar.

Siempre recibo mensajes por parte de cientos de mujeres en los que me preguntan "¿Por dónde empiezo?" ¿Stefanie, cómo hiciste? ¿Cómo lo hago? y la verdad es que quisiera tener una varita mágica para poder ayudarlas a todas o tener la respuesta que a todas les funcione, pero no es así.

Todas somos distintas, y por más que nuestros caminos se parezcan, nuestros procesos son únicos, porque nosotras somos ÚNICAS.

Por años, me miraba en el espejo no solo odiando lo que veía sino odiándome a mí misma.

Por años, mi cerebro fue mi peor enemigo.

Solo quien padece de trastornos de la imagen corporal puede entenderlo. Es un enemigo silencioso, es un monstruo que te hace odiarte.

Este episodio está dedicado para todas las mujeres que en algún momento se sintieron o se sienten como me sentí por muchos años. Anhelo de todo corazón que puedas sanar, que sepas que tú también puedes hacer las paces con tu reflejo y comenzar a amarte como lo grandiosa que eres.

Eres más que un peso, eres más que una talla.

Con amor,

Stef Nieto

¿Qué tanto espacio hay en tu vida para eso que pides? ¿Qué tan expansiva estás para verdaderamente vivir en expansión? No se puede crecer en espacios pequeños ni con decisiones mediocres. No puedes querer más soñando poco.

¿Estás lista para vivir de manera expansiva? En este episodio nos adentramos a la cuenta regresiva del revolucionario final de nuestro Podcast, pero tranquila que esta revolución apenas comienza.

La culpa es de las emociones más pesadas que alguien puede llevar en su equipaje. Una carga pesada, dolorosa, pero sobretodo inservible.

Aquel que es incapaz de perdonarse a sí mismo, su pasado y sus decisiones, será incapaz de mirar hacía adelante y poder construirse un futuro diferente. La culpa te carcome, te paraliza.

¿Qué no te has perdonado aún? ¿Con qué sigues cargando?

¡Bienvenida al primer paso hacia tu viaje más revolucionario: La aceptación!

¿Qué tanta verdad de ti misma estás dispuesta a aceptar para avanzar? Dicen que el crecimiento y la evolución de una persona es proporcional a la cantidad de verdad de si misma que está dispuesto a aceptar.

Aceptar nuestro rol y las riendas de nuestra vida es el primer paso hacia la vida que queremos.

Estamos aquí para evolucionar, para crecer, para "cambiar"; ese verbo al que muchos le temen. Irónicamente lo único constante en la vida son los cambios y es a lo que más temor le tenemos, tanto así que uno de nuestros deseos a los demás es "Nunca cambies".

Todos cambiamos, todo cambia, todo evoluciona. Nada muere, todo se transforma, y durante el proceso mueren versiones de nosotros, mueren relaciones, mueren sueños. El nacimiento de nuestra versión evolucionada lleva consigo muchas muertes también, quizá por eso nos cuesta tanto alcanzarlo.

¿Qué es la libertad? ¿Verdaderamente vivimos libres? Durante este último año me he hecho esta última pregunta muchas veces ¿Realmente soy libre o soy esclava de mis prejuicios, del qué dirán, de lo que la sociedad "cree que debo hacer"? ¿Realmente vivimos de una manera libre sin hacerle daño a alguien o vivimos siendo dañados por doctrinas establecidas por el hombre?

Hoy, a mis cuarenta años he logrado entender lo que hace más de 13 años aquel chico en Gabón quiso decir.