• NO CONFÍE EN SUS RIQUEZAS
    Dec 27 2024

    NO CONFÍE EN SUS RIQUEZAS

    Al tener una cuenta bancaria con muchos ceros, los hombres pueden llegar a considerar que con esa riqueza pueden comprar una completa seguridad para ellos y todos sus familiares. Con este pensamiento, contratan guardaespaldas para que les cuiden en todo momento y no ser presa fácil para el resto de los hombres que buscan lastimarlos. Esta manera de pensar tenían los monarcas y gobernantes del mundo antiguo, pues al tener grandes tesoros almacenados en sus palacios se sentían seguros, pues con sus riquezas podían comprar ejércitos para defender sus reinos. Al ver esto en los monarcas y gobernantes de su tiempo, David escribió el siguiente proverbio: “Los ricos piensan que su riqueza es una gran defensa; imaginan que es una muralla alta y segura.” Proverbios 18:11 NTV.

    Al imaginar que sus riquezas son una defensa fuerte contra los ataques de sus enemigos, los ricos están lamentablemente equivocados. Ya que el dinero no proporcionará ninguna seguridad, pues las personas que contratan para resguardarlos, pueden ser llevados por la avaricia y traicionarlos en cualquier momento para quedarse con todas las riquezas. Además, existen demasiadas formas de que el rico pueda perder su poder, influencia y privilegios en la sociedad. El gobierno puede dejar de respaldarlo, los ladrones pueden robarle todas sus riquezas, la inflación puede quitar parte de valor de sus riquezas. Por todo esto, el hombre no puede confiar el resguardo de su seguridad en todo lo que haya logrado cosechar en su vida, aunque su cosecha sea de un valor incalculable. Las riquezas pueden desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. De la misma manera que sus riquezas, también desaparecerá el resguardo que hayan logrado comprar.

    Lo único cierto para tener resguardo y seguridad es Dios. Ya que tiene un poder infinito para cuidar en todo momento a los que acuden a Él en su búsqueda. Bajo la protección y el cuidado de Dios, el hombre puede sentirse seguro, ya que Dios en todo momento velará por él. Por eso cuando el hombre que confía en Él se encuentre en medio del peligro, lo defenderá y le dará la victoria sobre todos los que busquen hacerle mal. Si anhelamos una verdadera seguridad, ya no confiemos en lo que el dinero y las riquezas pueden comprar, en su lugar, pongamos el resguardo de nuestras vidas en las poderosas manos de nuestro amado Padre celestial. Dios no solo cuidará nuestra vida física en este mundo, sino también nuestra vida espiritual, por eso ante cualquier asechanza del maligno y sus colaboradores, Dios estará atento para que sus dardos no nos puedan lastimar. Nuestro Padre eterno, nunca pierde su poder. Siempre es confiable y bajo Su cuidado, siempre estaremos bien resguardados.

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  • CAMINANDO SOLOS
    Dec 6 2024

    CAMINANDO SOLOS
    En nuestra vida cristiana, al asistir frecuentemente y participar en las diferentes actividades realizadas en nuestras congregaciones, es posible que lleguemos a pensar que caminamos bajo la compañía del Unigénito Hijo de Dios y que tenemos una estrecha comunión con Él, pero cuando en realidad estamos caminando solos, porque el pecado se ha interpuesto entre nuestra relación con nuestro Redentor. Al igual que pensamos que Jesucristo camina junto a nosotros, en cierta ocasión, José y María también pensaron que Jesús caminaba junto a ellos cuando iban de regreso a su casa en Nazaret. Este suceso nos relata el doctor Lucas en su evangelio: “José y María caminaron un día entero, pensando que Jesús iba entre los compañeros de viaje. Después lo buscaron entre los familiares y conocidos, pero no lo encontraron. Entonces volvieron a Jerusalén para buscarlo.” Lucas 2:44 TLA.
    La decadencia espiritual es muy sutil y más común de lo que pensamos entre los seguidores de Jesucristo. Cuando esto ocurre en nuestra vida espiritual, la mayoría de nosotros no somos conscientes de nuestra frialdad en la relación con el Señor y pensamos que mantenemos la misma relación espiritual con Él que cuando entregamos nuestras vidas a Su servicio. Aunque no nos demos cuenta de nuestra decadencia espiritual, las personas que están a nuestro alrededor sí que se dan cuenta. Ellos solo con escucharnos hablar o ver nuestra conducta, pueden decirnos que hemos abandonado nuestro primer amor al Señor pese a que participemos activamente en las actividades de nuestras congregaciones.
    Asistir frecuentemente a los servicios de la iglesia y participar en las diferentes actividades de la misma, no es una garantía de que estemos caminando bajo la compañía del Señor, porque todo esto lo podemos hacer de manera automática, sin el temor y la reverencia al Unigénito Hijo de Dios. Podemos notar que estamos caminando sin la compañía del Señor, cuando preferimos las cosas de este mundo antes que las cosas espirituales. Cuando somos criticones en vez de ser amorosos y amables con quienes nos rodean. Cuando nuestras palabras son insultantes y soeces en lugar de ser más dulces que la miel.
    Lo notemos o no, estamos caminando solos y nos podemos dar cuenta porque hemos perdido nuestro cántico de alegría al Señor, pese a que asistamos a la iglesia. Además, no tenemos el anhelo de estar en la casa del Señor como lo teníamos al principio de nuestra vida cristiana. Posiblemente no sepamos cuándo dejamos de caminar junto al Señor, pero es momento de que empecemos a caminar nuevamente a lado de Él, ya que solo junto a nuestro Señor tendremos la verdadera felicidad de servirle, honrarle y glorificarle.

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  • NADIE NOS PUEDE CONDENAR
    Nov 26 2024

    NADIE NOS PUEDE CONDENAR
    Toda persona, aunque lo niegue o no lo quiera aceptar es pecadora, y por ende está bajo condenación. Esta condenación definitiva se dará en el final de los tiempos, cuando Dios se siente en su santo trono celestial para juzgar a todas las naciones del mundo. De este terrible juicio solo se salvarán los que hayan aceptado en su corazón, el sacrificio realizado por el Unigénito hijo de Dios en la cruz del calvario, ya que a los redimidos por la sangre de Jesucristo, nadie los podrá condenar, ya que todos sus pecados pasados, presentes y futuros, fueron justificados con la muerte sacrificial de Cristo Jesús en el madero. Este hecho maravilloso y reconfortante para los hijos de Dios, nos lo afirma el apóstol Pablo: “Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros.” Romanos 8:34 NTV.
    Es un hecho maravilloso que nadie puede condenar a los hijos de Dios, ya que gracias a la muerte de Su amado Hijo Jesucristo en el madero, Dios los absuelve de toda culpa y perdona absolutamente todos sus pecados. Tras la regeneración, la vida del creyente se vuelve como si nunca hubiese pecado, razón por la cual no puede ser condenado por nadie. Aunque nadie puede condenar a los hijos de Dios, su enemigo, Satanás, se levanta para tratar de acusarlos y llevarlos a la condenación eterna. Cuando esto sucede en el reino de los cielos, Jesucristo que está a la diestra de Dios Padre, se levanta como el abogado de todos los redimidos por Su preciosa Sangre para defenderlos y absolverlos de todos los cargos imputados por el maligno. Si Jesús, como un buen abogado siempre intercede por sus redimidos, entonces no hay nadie más que pueda tener ninguna razón válida para condenarlos.
    Jesucristo derramó hasta la última gota de su preciosa sangre en la cruz del calvario para que la humanidad pecadora pueda escaparse de la condenación eterna. Los que aceptan este precioso sacrificio, no serán condenados, ya que Jesucristo ya pagó con su vida por esa condenación. Ahora los creyentes son totalmente libres de toda condenación futura. Pero los que no acepten el sacrificio de Jesucristo, siguen bajo la condenación de sus pecados, pese a que Jesucristo murió para rescatarlos. La fe en la muerte y resurrección del Unigénito Hijo de Dios, es la única manera de que el pecador puede liberarse de la condenación eterna, ya que la muerte de Jesucristo actuará en su favor, borrando absolutamente todos sus pecados y absolviéndolo de toda condenación futura. Al que acepta a Jesucristo como su Señor y Salvador, nadie lo podrá condenar, ya que Él personalmente intercederá delante de Dios Padre, y los absolverá de toda culpa.

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  • APRECIO A LOS MINISTROS DE CRISTO
    Nov 25 2024

    APRECIO A LOS MINISTROS DE CRISTO
    El amor por compartir las Buenas Nuevas de salvación y vida eterna, es el motor que mueve a los verdaderos siervos de Dios. Por este amor y pasión por el evangelio, no les importa dedicar la mayor parte de su tiempo para enseñar a otros, sin recibir ninguna contribución económica. Su más ferviente anhelo es que el evangelio de la cruz sea predicado a todos los hombres. Predicar el evangelio de la cruz y dirigir una congregación cristiana ya establecida sin esperar alguna contribución económica, sería lo óptimo de los siervos de Dios, pero no lo más adecuado para las iglesias de Cristo, ya que las iglesias ya establecidas se mal acostumbran a no sustentar a los que les alimentan espiritualmente. Este fue el caso de la iglesia de Corinto, tal como nos da a conocer el apóstol Pablo: “¿Estaba equivocado cuando me humillé y los honré al predicarles la Buena Noticia de Dios sin esperar nada a cambio?” 2 Corintios 11:7 NTV.
    Predicar sin recibir alguna contribución económica, es propia de un verdadero siervo de Dios, pero un mal testimonio para las congregaciones ya establecidas, ya que el deber de una congregación cristiana, es sustentar a quienes los alimentan espiritualmente, ya que ellos, dedican la mayor parte de tiempo para estudiar la palabra, planificar las prédicas y enseñanzas, y estar en comunión con Dios. Además, dan parte de su tiempo para administrar los diferentes ministerios de la iglesia, también dedican parte de su tiempo a sus consiervos para instruirles en la palabra, para aconsejarlos y orar por ellos. Por todo el tiempo que invierten en el ministerio, es justo que la congregación se preocupe por sustentar las necesidades de los verdaderos siervos de Dios.
    El apóstol Pablo, por un largo tiempo compartió la palabra de Dios a los creyentes de la iglesia de Corinto, pero en todo ese tiempo, la iglesia no hizo nada para sustentar al siervo de Dios. Al igual que esta iglesia, algunas iglesias de la actualidad, no se preocupan por sustentar las necesidades de quienes velan por sus necesidades espirituales y comunión con Dios. Posiblemente no todas las congregaciones cristianas tengan los recursos económicos para sustentar las necesidades de sus pastores, pero otras congregaciones teniendo las posibilidades, no se preocupan de hacerlo, de esta manera estas congregaciones deshonran la labor pastoral que realizan los llamados para ejercer este ministerio. Una congregación no tiene que quedarse tranquila escudándose de que no tiene los recursos necesarios para ayudar a suplir las necesidades de quienes velan por los requerimientos espirituales de la congregación. Si valoran los esfuerzos que hacen sus pastores, deben tratar de ayudarlos, no importa que sea con mucho o poco, lo importante es que se demuestre el aprecio que se les tiene, y que valoren el tiempo que invierten para estar al frente de la congregación.

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  • LA ROCA DE JERUSALÉN
    Nov 18 2024

    LA ROCA DE JERUSALÉN
    La venida de Jesucristo a este mundo, produjo doble efecto en la vida de la humanidad. Para algunos hombres: Jesucristo fue, y es la piedra de tropiezo que los lleva a la condenación eterna, pero para otros: El Unigénito Hijo de Dios, es la piedra angular de su salvación y la vida eterna en los lugares celestiales. Este efecto que Jesucristo iba a tener en la vida de los seres humanos ya fue anunciado con anterioridad por Dios Padre, a través de los profetas del Antiguo Testamento, tal como nos da a conocer el apóstol Pablo: “Dios se lo advirtió en las Escrituras cuando dijo: Pongo en Jerusalén una piedra que hace tropezar a muchos, una roca que los hace caer. Pero todo el que confíe en él jamás será avergonzado." Romanos 9:33 NTV.
    En el pasado, Jesucristo fue una piedra de tropiezo para los judíos, pues no creyeron en Él, debido a que Cristo no llenaba sus expectativas en cuanto al Mesías que esperaban. En la actualidad, Jesucristo sigue siendo una piedra de tropiezo para algunas personas, pues consideran que la salvación por fe en la obra redentora realizada en la cruz no tiene sentido. Por lo tanto, tratan de trazarse un camino a Dios o esperan que Cristo pase por alto sus defectos. Otros tropiezan con Jesús porque los valores de Cristo son opuestos a los del mundo. El Hijo de Dios espera humildad de los hombres, pero muchos no están dispuestos a humillarse delante de Él. Cristo demanda obediencia y muchos rechazan someterse a su autoridad.
    Para los hombres que no aceptan la obra redentora de Jesucristo realizada en la cruz del calvario, es piedra de tropiezo, ya que este rechazo voluntario los aleja de la salvación, y los acerca más y más a la condenación eterna en el final de los tiempos. Todos los que no aceptan el mensaje de la cruz, no tendrán como excusarse cuando se encuentren en la presencia de Dios Padre. Ellos, irremediablemente serán juzgados y condenados a una eternidad de sufrimiento por haber rechazado el sacrificio de su amado Hijo, y preferido los placeres pasajeros de este mundo. El evangelio de la cruz es claro y conciso, todos los que no atiendan a este mensaje serán condenados por sus propios delitos y pecados. Todos serán condenados a una eternidad de sufrimiento en el lago de fuego, preparado para Satanás y sus aliados.
    Pero para todos los que aceptan la obra redentora realizada en el madero, Jesucristo es la piedra angular de su salvación. La Piedra que los aleja de toda condenación en el lago de fuego, pues por su fe en el Unigénito Hijo de Dios, todos sus pecados pasados, presentes y futuros fueron totalmente perdonados, por tal razón, ya no están bajo la condenación de sus delitos y pecados. Los redimidos por la preciosa sangre de Jesucristo, están totalmente libres, justificados y santificados, y pueden entrar confiadamente al trono de la gracia, para morar eternamente junto a Dios Padre en su reino celestial.

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  • CAMINEMOS CON SABIOS
    Nov 5 2024

    CAMINEMOS CON SABIOS
    Nuestro amoroso Padre eterno, no nos creó para que vivamos solos y aislados de otras personas, sino para que nos relacionemos con la gente de nuestro entorno. Esta relación no debe ser con cualquiera, sino con personas que nos ayuden a crecer y a ser mejores individuos cada día. Pero la mayoría de nosotros, no nos relacionamos con sujetos adecuados, sino aquellos que nos pueden llevar por el camino de la perdición. Esto generalmente se debe a que a nosotros nos atraen más los individuos que caminan insensatamente, antes que los que caminan sabiamente. Ante este peligro , el escritor de los Proverbios nos da el siguiente consejo: “Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades.” Proverbios 13:20 NTV.
    Como no fuimos creados para vivir solos y aislados de las personas, debemos entablar amistades con gente que nos ayude a crecer y ser mejores cada día, esto solo será posible si nos relacionamos con personas con conocimiento y sabiduría. No con personas que tienen la sabiduría de este mundo, sino con aquellas que tienen la sabiduría de lo alto, pues ellos nos influirán para bien, para nuestro crecimiento como hijos de Dios. Pero si entablamos amistades con personas necias que viven bajo los placeres de este mundo, su compañía en vez de edificarnos, terminará por corromper nuestras buenas costumbres y nos conducirán por el camino de la perdición.
    Aunque a la mayoría de nosotros no nos guste aceptar, es un hecho que la relación que mantenemos con nuestros amigos y compañeros nos afectan, en ocasiones profundamente para bien o profundamente para mal, por eso, debemos tener cuidado a quién escogemos como mejor amigo, pues si escogemos a un necio, seguramente sus consejos nos lleven a la perdición, pero si escogemos como mejor amigo a un sabio que vive en el temor de Dios, seguramente sus consejos nos llevarán por el buen camino de la verdad y la justicia. Nos llevarán a los brazos de nuestro amoroso Padre Celestial.
    Algunas veces escogemos como mejores amigos a personas que no viven en el temor de Dios, pensando que nosotros podremos influir en ellos, pero casi siempre somos nosotros quienes nos dejamos influir, y terminamos por adoptar sus costumbres y hábitos, en lugar de que ellos adopten nuestra creencia religiosa. No nos arriesguemos a ser influidos por las personas necias, en su lugar entablemos amistades con personas sabias que viven en el temor del Señor, ellos seguramente influirán positivamente en nuestras vidas y nos ayudarán a mejorar en nuestra relación con nuestro amado Señor.

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  • EL ESPÍRITU SANTO ORA POR NOSOTROS
    Oct 29 2024

    ESPÍRITU SANTO ORA POR NOSOTROS
    Tras nuestra conversión a Cristo, los hijos de Dios no estamos abandonados a nuestra suerte para enfrentar los problemas y las adversidades de este mundo. Nosotros siempre estamos bajo el cuidado y la protección de las tres personas de la divinidad. Ellos siempre están dispuestos a ayudarnos en los momentos más angustiosos de nuestra vida. Cuando nosotros no encontramos las palabras para pedir la oportuna ayuda de nuestro amado Padre Celestial, la tercera persona de la divinidad interviene y expresa nuestras necesidades a nuestro padre eterno. Esta intervención divina del Espíritu Santo nos da a conocer el apóstol Pablo: “Del mismo modo, y puesto que nuestra confianza en Dios es débil, el Espíritu Santo nos ayuda. Porque no sabemos cómo debemos orar a Dios, pero el Espíritu mismo ruega por nosotros, y lo hace de modo tan especial que no hay palabras para expresarlo.” Romanos 8:26 TLA.
    Es un hecho evidente que un gran número de cristianos no sabemos orar de manera correcta. Algunos oramos egoístamente, pues pedimos que Dios satisfaga alguna de nuestras vanidades. Oraciones como estas, por supuesto que no serán contestadas, ya que a nuestro amoroso Padre eterno, no le agrada las oraciones que no estén conforme a su voluntad. Cuando nuestras oraciones no están alineadas a la voluntad de Dios, el Espíritu Santo interviene en nuestro favor, y ora por nosotros, para que nuestras oraciones sean respondidas. Estas oraciones hechas en nuestro favor por el Espíritu Santo, no las podemos expresar, ya que son como gemidos que solo Dios Padre lo puede comprender, por eso, da su oportuna respuesta al clamor del Espíritu.
    También en ocasiones cuando nos encontramos agobiados y afligidos por las adversidades de este mundo, no encontramos las palabras precisas para pedir la ayuda de nuestro amoroso Padre eterno. En esos momentos también el Espíritu Santo interviene en nuestro favor, y clama a Dios Padre, y le expresa lo que nosotros necesitamos. Él lo hace, porque sabe perfectamente nuestras necesidades, ya que mora dentro de nosotros y escudriña nuestros pensamientos. Cuando el Espíritu Santo clama a Dios Padre por nosotros, utiliza las palabras que le agradan a Dios, por eso, las oraciones hechas por el Espíritu Santo, serán contestadas oportunamente en nuestro favor. Cuando no sabemos cómo pedir, o cuando no encontramos las palabras precisas para pedir la ayuda oportuna de Dios, el Espíritu Santo interviene y clama por nosotros. No es que el Espíritu Santo clama solo, sino que ora con nosotros, y por nosotros, y Dios contesta. Con la ayuda del Espíritu Santo al orar, no debemos temer estar ante la presencia de Dios Padre. Por eso, pidamos que el Espíritu Santo siempre interceda en nuestro favor, conforme a la voluntad de nuestro amoroso Padre eterno.

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  • ESPERANZA DE SALVACIÓN
    Oct 24 2024

    ESPERANZA DE SALVACIÓN
    Seguramente en algún momento de nuestra vida, hemos sufrido alguna desilusión por una promesa no cumplida, ya sea por nuestros padres, familiares, cónyugues o amigos de confianza. Posiblemente esta desilusión nos causó un profundo dolor, hasta el punto de no volver a confiar en las promesas de las personas. Por eso ahora, cuando alguien nos hace una promesa, no confiamos al cien por ciento de que nos cumplan , y así, no sufriremos una desilusión nuevamente cuando alguien nos falle. El hombre constantemente falla al momento de cumplir con sus promesas, pero esto no sucede con Dios, ya que Él, siempre cumple con todas sus promesas a su tiempo. Por la fidelidad de Dios, ninguna persona que confíe en Él, quedará desilusionada, y esto nos asegura el apóstol Pablo: “… la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.” Romanos 5:4 NTV.
    Si fuésemos a esperar algo, pero luego descubriésemos que nunca íbamos a conseguirlo, seguramente nos causaría una desilusión profunda. Pero la esperanza de nuestra salvación y vida eterna en el reino de los cielos junto a Cristo Jesús, nunca nos causará una desilusión, ya que nuestra salvación y vida eterna es real. Esta seguridad la tenemos porque Dios manifestó su profundo amor para salvarnos de la condenación eterna, al enviar a su amado Hijo para que entregara su vida por nosotros en el madero. Además, el Espíritu Santo que nos fue dado en el momento de nuestra declaración de fe en Jesucristo, inunda nuestros corazones con estas expresiones del amor eterno de Dios Padre, y por ellas se nos asegura que Él cuidará de llevarnos sanos y salvos a nuestra morada eterna.
    Nuestra confianza en Dios nunca nos causará una desilusión, ya que Él siempre cumple sus promesas. La salvación y la vida eterna en los lugares celestiales, son promesas que nos hace a todos los que hemos alcanzado la redención de nuestros pecados. Dios en su fidelidad a su palabra, cumplirá con su promesa, y cuando llegue el tiempo preciso, nos llevará para que moremos eternamente junto a Él. Además, en esta promesa de salvación, intervienen las tres personas de la Divinidad. El Padre nos amó de tal manera que envió a su amado Hijo a este mundo para que se convirtiera en puente. El Padre y el Hijo enviaron al Espíritu Santo para llenar nuestras vidas con amor inagotable y permitir que vivamos por su poder, gloria y majestad. Con todo este cuidado amoroso de nuestro amado Creador, nunca nos sentiremos desilusionados por confiar plenamente en su promesa de salvación, y servirle con los dones y talentos que hemos recibido.

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