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  • 249-lina sandell-nuestro dios y padre eterno
    Jan 9 2025
    Himno: Nuestro Dios y Padre eterno Autor: Lina Sandell Lina Sandell nació el 3 de octubre de 1832 en Fröderyd, Suecia, fue una poeta sueca y autora de himnos gospel. A los doce años se quedó paralítica. Los médicos la desahuciaron, pero Dios la sanó milagrosamente. Agradecida con el Señor, escribió sus primeros himnos, entre ellos “Nuestro Dios y Padre Eterno”. La tragedia no la había abandonado. A la edad de 26 años iba con su padre, un fiel pastor, navegando en un lago de Suecia, las olas sacudieron violentamente la nave y su padre cayó en las profundas aguas, ahogándose ante los ojos atónitos de Lina. Su consuelo vino de nuevo por la Palabra de Dios, y lo expresó en muchos hermosos himnos. Redactó una colección anual de poesías, devocionales e historias. El himno "Nuestro Dios y Padre eterno" fue escrito por Lina Sandell Berg en 1855, siendo uno de sus más representativos y refleja la profunda confianza en la protección divina. La letra expresa cómo Dios cuida y guía a sus hijos, no importa si están en pobreza o abundancia, y cómo Él provee apoyo en las dificultades y tribulaciones de la vida. La inspiración detrás de la composición de este himno está relacionada con las tragedias personales de Sandell. Concretamente cuando sufrió la trágica pérdida de su padre, quien murió ahogado frente a ella. Este evento impactó profundamente su vida y, como resultado, muchas de sus composiciones, incluido este himno, están impregnadas de una profunda confianza en el amor y la providencia de Dios, que consuela en el dolor y sostiene en las pruebas. Lina Sandell Berg, es conocida por su capacidad para expresar la fe cristiana a través de sus letras. A lo largo de su vida, Lina Sandell escribió más de 2.000 himnos. "Nuestro Dios y Padre eterno" se destaca por su lenguaje simple pero poderoso, afirmando que el amor de Dios no tiene fronteras y que su cuidado es constante, tanto en tiempos de abundancia como en tiempos de escasez. Este himno es una hermosa expresión de la fe personal de Sandell, especialmente en un contexto de sufrimiento personal y muy popular en el ámbito cristiano debido a su mensaje de consuelo y la fortaleza que ofrece a los fieles, mostrando cómo la presencia y el amor de Dios acompañan en todo momento de la vida. La melodía del himno proviene de una canción tradicional sueca y fue asociada con la letra de Sandell a través del músico Oscar Ahnfelt, quien también desempeñó un papel crucial en la difusión de sus himnos. Lina Sandell Berg murió en 1903. El funeral tuvo lugar en la iglesia de Solna el 31 de julio del mismo año. Al funeral asistieron unas mil personas, pero sólo un pequeño número de ellas cabía en la iglesia. Un coro cantó su canción Soy un invitado y un extraño. Afuera, junto a la tumba, el coro cantó "Nadie puede estar más seguro" y todos los reunidos se unieron a la canción con una sola voz. En su lápida en el cementerio de Solna en Estocolmo están sus propias palabras: "Nadie puede estar más seguro que los pequeños hijos de Dios". En la casa de su infancia, la vicaría de Fröderyd, hoy se encuentra un pequeño museo, Lina Sandell Gården. En su jardín, bajo el fresno de trescientos años donde se sentaba cuando escribía sus obras, se encuentra la estatua de Lina Sandell de Axel Wallenberg. Fue erigido en 1953, en el cincuentenario de su muerte. Lina Sandell fue conocida como la Fanny Crosby de Suecia. A continuación, damos paso a la lectura y canto del maravilloso himno: Nuestro Dios y Padre Eterno Nuestro Dios y Padre eterno a sus hijos cuida tierno; Con amor los guía siempre, en su seno los protege. En pobreza o abundancia su fiel provisión alcanza; Aunque pruebas mil asaltan, sus cuidados nunca faltan. Sabe de sus aflicciones; siente sus tribulaciones; Les consuela en tristeza, y les da su fortaleza. De su amor constante y fuerte, ni la vida ni la muerte Nunca pueden separarles; protección se goza en darles. A sus hijos Dios sustenta, bendiciones les aumenta; Ni avecillas en su nido tal cuidado han recibido.
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    9 mins
  • 248-albert benjamin simpson-hoy, ayer y por los siglos
    Jan 8 2025
    Himno: Hoy, ayer y por los siglos Autor: Albert Benjamin Simpson Albert Benjamin Simpson nació en la Isla del Príncipe Eduardo (Canadá) el 15 de diciembre de 1843. Fue dedicado al Señor mediante las oraciones del pastor de la familia John Geddie. Fue un predicador, teólogo, autor de himnos, escritor y fundador canadiense de la Alianza Cristiana y Misionera (ACyM), una denominación evangélica con énfasis en la evangelización global. Convertido en su temprana edad, pronto sintió el llamado de Dios a dedicarse a su servicio. Para ello estudió en el Seminario Knox de Toronto. Ganó dos becas por su perseverancia, y pudo continuar sus estudios en la Universidad, y ordenarse como Ministro Presbiteriano en septiembre de 1865, a los 21 años de edad. Albert B. Simpson se casó con Margarita Henry, Fue recibido como Pastor de la Iglesia Presbiteriana de Knox, en Hamilton, Ontario, allí fue pastor por 8 años. A los 30 años, pastoreó la mayor Iglesia Presbiteriana en Lousville, Kentucky, de Nueva York, y su primer mensaje estuvo basado en Mt. 17:8 “y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo” inició con el lema: “Solamente Jesucristo”. El anhelo misionero de Simpson fue creciendo y una noche mientras oraba, la visión de los perdidos sin Cristo le hizo postrarse en una dramática oración bajo el poder del Espíritu Santo, tomó el globo terráqueo y apretándolo contra su pecho, exclamó llorando: “¡Oh Dios! úsame para la salvación de los hombres y mujeres del mundo entero, que mueren en las tinieblas espirituales sin ningún rayo de luz”. Guiado por este celo, salía a las calles a predicar el Evangelio. Muchos hombres y mujeres de la más variada condición recibían a Jesucristo. Luego los invitaba al templo para recibir el amor de la familia cristiana. Muy pronto fueron cientos de nuevos convertidos que llegaban a la iglesia, en su mayoría de humilde condición; y ellos comenzaron a incomodar a los acomodados hermanos. Esto produjo una situación insostenible, y Simpson renunció y se dedicó a los olvidados de las calles, como era su visión. Sucedió en noviembre de 1881. Tenía 38 años, una esposa y 6 hijos. Sus amigos íntimos del ministerio le pronosticaron un fracaso rotundo. Uno de ellos le dijo: “No le diremos adiós, Simpson. Pronto usted ha de volver con nosotros”. Esto nunca ocurrió; Dios tenía para él otros planes. En noviembre de 1881, siete personas se reunieron en la primera celebración, un cuarto de arriba era un viejo teatro, una tarde fría y gris de Nueva York. Uno de esos siete era un borracho regenerado, que llegó a ser según el decir de Simpson, “el santo más dulce que jamás existiera”. Inició con varias reuniones semanales, una de las cuales siempre la hacía en plena calle. A causa de la estrechez del local, arrendaron un teatro, y más tarde implementó una carpa. Incluso el famoso Madison Square Garden fue arrendado para hacer alguna de sus grandes campañas evangelísticas. Dos años después de aquellos débiles comienzos, Simpson organizó la Unión Misionera, cuyo objetivo era la evangelización del mundo, al siguiente año enviaron los 5 primeros misioneros al Congo, África. La visión de Simpson no era formar una Denominación, sino llevar la Palabra de Dios por todo el mundo. En 1887 nacieron dos organizaciones que funcionaron juntas por 10 años: Christian Alliance y Evangelical Missionary Alliance, hasta 1897; luego se fusionaron para formar la Alianza Cristiana y Misionera. Cinco años después, ya había embajadas misioneras en 12 países distintos, con 40 centros y 180 misioneros. En enero de 1910 emprendió una gira misionera que le llevó por territorios como: Brasil, Argentina, Chile y Perú. A.B. Simpson partió a la presencia de Dios el 29 de octubre de 1919. Sobre su lápida fue escrito: “No yo, sino Cristo” y “Sólo Jesús” El llamado de Dios en la vida del Dr. A. B. Simpson dió como resultado una doble visión. Primero. Su concepto de la totalidad y centralidad de Cristo en la doctrina dio origen a lo que ha sido llamado el “Evangelio Cuádruple”. Jesucristo es nuestro Salvador, Santificador, Sanador y el Rey que viene. Simpson solía decir: “Yo tengo cuatro ruedas en mi carruaje. No puedo descuidar las otras tres para predicar todo el tiempo sobre una sola de ellas”. Segundo. La visión y amor por la gente que perece sin Cristo le impulsó a enviar los primeros equipos de misioneros. La creencia y la estrategia de Simpson era hacer que las personas llenas del Espíritu Santo se conviertan en siervos activos de la Obra del Señor. Simpson compuso las letras de más de 120 himnos, 77 de los cuales aparecen en el himnario de la AC y M de 1962, Hymns of the Christian Life , coeditado con Russell Kelso Carter . Algunos de sus himnos son: • El Grito Misionero • Dulce y bello es el mensaje • ¿Sabes por qué anhelo la venida del Señor? • Hoy, ayer y por los siglos, himno que a ...
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    16 mins
  • 247-samuel medley-yo se que mi señor vive
    Dec 9 2024
    Himno: Yo sé, que vive mi Señor Autor: Samuel Medley Samuel Medley nació el 23 de junio de 1738 en Cheshunt, Herts., donde su padre tenía una escuela. Recibió una buena educación, pero, como no le gustaba el negocio en el que estaba de aprendiz, ingresó en la Marina Real. Habiendo sido gravemente herido en una batalla con la flota francesa frente a Port Lagos, en 1759, se vio obligado a retirarse del servicio activo. En 1755 sirvió a bordo del barco de Su Majestad (George II) y fue transferido al "Intrepid" bajo el mando del almirante Boscawen. Fue gravemente herido en la pierna en la batalla de Cabo Lagos contra los franceses el 18 de agosto de 1759. Dejó la Marina Real y se fue a vivir con su abuelo, el Sr. Tonge, un hombre piadoso que se encargó de su educación tratando de llevar a Samuel a una vida diferente y mejor. Una tarde del Domingo, el Sr. Tonge se quedó en casa con él y le leyó, con la esperanza de llegar a su corazón, un sermón de Isaac Watts sobre Isaías 4 2:6-7 y Dios lo usó para su conversión. Por la fe en Aquel a quien se le predicó, se le abrieron los ojos y fue liberado de la prisión. El autor de las notas adicionales de (Quién escribió nuestros himnos) Christopher Knapp relata las graves heridas que Medley recibió en la batalla. "Me temo", dijo el cirujano, "que la amputación es lo único que le salvará la vida. Puedo confirmarlo mañana por la mañana". Aunque Medley había llevado una vida derrochadora en la Marina, oró fervientemente. A la mañana siguiente, cuando el cirujano vino a examinarlo, levantó las manos asombrado y dijo: "Esto es poco menos que un milagro". Encontró al paciente tan bien que apenas podía creer lo que veía. Dios había escuchado la oración de Medley. Desafortunadamente, Medley no se enmendó después de que Dios lo bendijo hasta que fue salvado por su abuelo, que leyó el sermón del Dr. Watts. Medley se casó (17 de abril de 1762) con Mary, hija de William Gill, un calcetero de Nottingham Habiendo comenzado a predicar, recibió un llamado en 1767 para convertirse en pastor de la Iglesia Bautista en Watford. De allí, en 1772, se mudó a Byrom Street, Liverpool, donde reunió una gran congregación, y durante 27 años fue notablemente popular y útil. Después de una larga y dolorosa enfermedad, murió el 17 de julio de 1799. La mayoría de los himnos de Medley se imprimieron por primera vez en folletos o revistas, la Gospel Magazine es una de ellas Los himnos de Medley han sido muy populares en su propia denominación, particularmente entre las iglesias más calvinistas. En la Selección de Denham hay 48, y en la Selección de John Steven, 30. Su encanto consistía menos en su poesía que en la calidez y el patetismo ocasional con el que expresan la experiencia cristiana. En la mayoría de ellos también hay un estribillo en la última línea de cada verso que a menudo es efectivo. Se dice que Samuel Medley escribió 230 himnos, todos ellos se caracterizaron por ser alabanzas a Jesucristo. Y marcados por el espíritu de alabanza y adoración. Algo que nos inspira de este compositor cristiano es su fe y su total confianza en Jesús. Cuando estaba a punto de morir, un amigo le dijo: "Señor, Cristo es su centro". Sí, sí, respondió, "lo es, lo es". Más tarde añadió: "Ahora soy un barco destrozado, a punto de llegar al puerto dichoso, y ¡oh, qué dulce será el puerto después de la tormenta!. Nuevamente dijo: ¡Morir es un trabajo dulce, un trabajo dulce! ¡Mi Padre celestial! ¡Estoy mirando hacia mi amado Jesús, mi Dios, mi porción, mi todo en todo!. Continuó diciendo: ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Hogar! ¡Hogar! y luego partió en paz el 17 de julio de 1799. Un escritor dice: La popularidad que tiene en Estados Unidos se debe en gran parte al estribillo que cierra cada estrofa y a la antiquísima melodía con la que se ha cantado en miles de reuniones campestres, en el este, el oeste y el sur, podríamos añadir, por todo el país durante incontables años. Los himnos de Medley en Cantos espirituales son: • El Salvador vive, para no morir más • En Cristo descansa segura la salvación • Ahora en un cántico de alabanza agradecida • Despierta, cada santo, en alegres cánticos • Venid, cantemos el valor incomparable • Salvador, ante Tu rostro nos postramos • De Jesús el Salvador cantamos Y Yo sé que vive mi Señor, himno al que a continuación, damos paso a la lectura y canto: Yo sé que vive mi Señor Consuelo es poder saber Que vive, aunque muerto fue Y siempre su amor tendré. Él vive para bendecir Y ante Dios por mi pedir Él vive para sustentar Y a mi alma alentar. Él vive para sostener Y con su mano proteger Él vive para escuchar Y oídos a mis quejas dar. Él vive mi amigo fiel Me ama para siempre Él Él vive y siempre cantaré Él vive mi Señor y Rey. Por Él la vida yo tendré La muerte yo conquistaré Mi gran mansión preparará Y viviré con Él allá. Él vive yo lo honraré A Cristo ...
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    14 mins
  • 246-william e. booth clibborn-que bella historia
    Nov 21 2024
    Himno: ¡Que bella historia! Autor: William Emmanuel Booth-Clibborn William Emmanuel Booth-Clibborn nació el 4 de agosto de 1893 en Suiza, era hijo de Arthur y Catherine Booth-Clibborn, hija de los fundadores del Ejército de Salvación. En 1908, a la edad de 15 años, William recibió el bautismo del Espíritu Santo. Esta experiencia que cambió su vida impulsó a los padres y hermanos de William a orar también por dicho bautismo. William se convirtió en el más conocido de los hijos de Booth-Clibborn, y tuvo un ministerio mundial de evangelización y escritura. Las publicaciones pentecostales de los años 1920 y 1930 publicaron muchos de sus sermones y artículos. William E. Booth-Clibborn nos dejó un recordatorio de cuán poderosa es realmente la revelación del nombre de Jesús. Las reuniones que dirigió en Australia a principios de la década de 1930 ayudaron a fundar varias iglesias pentecostales. Más tarde fundó el Templo Emmanuel en Portland, Oregón, donde murió en 1969. En el año 1921 el evangelista de 28 años llamado William Booth-Clibborn acababa de culminar un avivamiento de carpas en la ciudad de Lodi, ubicada en el sur de Sacramento, California. Entusiasmado con los resultados, el Sr. Clibborn propuso continuar el avivamiento organizando más reuniones en el sur de California, así que instalaron una carpa adicional en una ciudad llamada Holtville. Tras cumplir con todos los permisos y ordenanzas necesarias, el fuego de los servicios se vio literalmente apagado por las lluvias torrenciales y la baja asistencia. Al no poder pagar los costos de una semana de reuniones fallidas, Booth-Clibborn y sus ayudantes terminaron trabajando en el campo, cosechando maíz en los sembrados de la región, a fin de saldar sus deudas pendientes. El evangelista, abatido por las reuniones frustradas y al no estar acostumbrado a esos trabajos físicos, tocó fondo. Pero, en medio de aquellos maizales, abrumado por la lástima propia, el Señor empezó a lidiar con el evangelista abatido. Él no tenía idea de que el Espíritu de Dios le inspiraría las palabras de los himnos más maravillosos que se han compuesto y uno de los favoritos de William, Que bella historia. La letra de la canción revela la poderosa revelación que William recibió durante ese tiempo. Volviendo a los primeros años en 1908, Arthur Booth-Clibborn, su padre, se enteró de un grupo pentecostal creciente que estaba llevando a cabo reuniones en Londres, Inglaterra. La familia era de origen inglés, así que convenció a su hijo menor, William, de que lo acompañara en el viaje al avivamiento. Mientras recorrían uno de los trechos en tren, Arthur preguntó a su hijo de quince años: ¿William, no crees que deberías rendir tu corazón de nuevo a Dios?. Esta pregunta conmovió su joven corazón. Había perdido el celo por arrepentimiento que experimentó en la primaria y acogió las reuniones de Londres con un hambre renovada por Dios. Habiendo arribado a las reuniones, tanto el padre como su hijo se vieron cautivados al instante por lo que veían y escuchaban. Fue en esos servicios cuando el joven William quedó deslumbrado con los cantos angelicales y el fenómeno de hablar en lenguas. Su padre hablaba ocho idiomas y él, cinco, pero no reconocieron ninguno de los idiomas que oyeron. En el primer servicio que asistió Booth-Clibborn, el orador fue un convertido bautista que había recibido el Espíritu Santo unos días antes. Durante el llamado al altar, el joven Booth-Clibborne aceptó la invitación y se arrepintió con desesperación, orando hasta la madrugada. Durante los siguientes días, el padre con su hijo asistió en casas y distintos sitios a más reuniones llenas del Espíritu. El entró en desespero por tener su propia experiencia, la cual había visto a otro experimentar: el bautismo del Espíritu Santo. Una noche, en la continuación de las reuniones, pasó al altar nuevamente. Fue entonces cuando algo ocurrió, según lo expresa: Me descubrí cantando en un idioma hermoso, que desconocía en absoluto. Su fascinante y asombrosa armonía me saturó de un éxtasis indescriptible. Cada frase melodiosa expresaba a la perfección los sentimientos reprimidos de mi fogoso corazón. Directamente del altar de mi corazón, elevándose como humaradas ardientes, ¡el más fragante incienso alcanzaba el Trono! Así comenzó su experiencia de fe, que lo llevó a las Asambleas de Dios primitivas y el movimiento pentecostal, y con el tiempo a aquellos maizales donde compuso, como muchos opinamos, la contribución más grandiosa de su vida, el himno Que Bella Historia ¡Qué bella historia, de Su excelsa gloria, Bajó el Salvador, Jesús mi Redentor! Nació en pesebre, despreciado y pobre, Varón de lágrimas y de dolor. ¡Oh, cuánto le amo! ¡Mi ser le adora! ¡Él es mi vida, mi Salvador, mi todo es Él! El Rey de Gloria, vino a salvarme, Y a revelarme al Dios de amor. ¡Qué gran misterio, tan incomprensible! Cuando en la ...
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    12 mins
  • 245-enrique turrall-dos caminos hay
    Nov 14 2024
    Himno: Dos únicos caminos hay Autor: Enrique Sidney Turrall Enrique (Henry) Sidney Turrall nació el 10 de febrero de 1867 en Surrey, Inglaterra. Poco se conoce de su niñez, pero fue encomendado como misionero a España en 1889, siendo todavía un joven de 22 años. Llegó primeramente a Madrid, sin embargo, la mayor parte de su ministerio fue en Marín, Pontevedra, donde vivió casi 50 años de su vida. También trabajó en otros lugares de España como Vigo, Pontevedra y la provincia de Lugo. Durante estos años la oposición por parte de la iglesia católica era bastante fuerte, por lo que la obra avanzaba lentamente. Enrique Turrall es un nombre que encontrará en más de un himno en español, ya que este escritor/traductor nos ha dejado un enorme legado de himnos que siguen cantándose hasta el día de hoy entre los que se encuentran: • El Salvador Jesús por mí murió • Jehová es mi Pastor • Sólo tu preciosa sangre • Tan cerca del reino • Cristo está conmigo y Dos únicos caminos hay, entre otros Entre las necesidades de la obra estaba poder tener más himnos en español. En una carta Enrique lo expresaría de la siguiente manera: Encontré tantos jóvenes que empecé a escribir himnos que expresasen las diferentes emociones y experiencias de los creyentes e incrédulos: el arrepentimiento, la fe, la seguridad, el testimonio, el conflicto, las ocasiones especiales, las reuniones anuales, los casamientos, los entierros, etc. Era sorprendente como estos himnos pasaban de uno a otro, de hojas sueltas a pequeños cancioneros y, luego, a los himnarios más grandes En 1902 publicó el himnario Cantos Evangélicos que contenía 74 cánticos, de los cuales 59 eran suyos. En 1933 el número aumentó a 237 de los cuales más de 180 eran propios. Como a la mayoría de los seres humanos le llegó el llamado del amor. En España conoció a Adelaida Hills, también inglesa, misionera en Barcelona. Adelaida era un año menor que Enrique. La pareja se trasladó a Inglaterra y contrajo matrimonio en Richmond. Dos meses después los jóvenes misioneros regresaron a Galicia. Allí desarrollan una intensa labor de evangelización que los lleva a otras ciudades de la península. Fueron instrumentos del Espíritu Santo para dar a conocer el mensaje del Cristianismo a miles de personas. El arte de vivir consistía para Enrique Turrall en sacar el mayor provecho de los momentos que Dios le concedía. El matrimonio Turrall dejó huella en varias generaciones de marinenses por su afecto, valor, dotes de evangelista, predicador y compositor de himnos. Pocos autores han contribuido más a los himnos en español que Enrique Turrall. Podemos encontrar una gran variedad de himnos, mayormente sobre el Evangelio y la Vida Cristiana, traducidos (y también originales) por él. Enrique y su esposa dedicaron más de 60 años al servicio del Señor en España. Pasó a la presencia del Señor el 12 de mayo de 1953 en Marín, España. A continuación, damos paso a la lectura y canto del himno: Dos únicos caminos hay Dos únicos caminos hay, por ellos todos van. Según el hombre escoja aquí, tendrá su eternidad. La paga del pecado muerte es, muerte es. La paga del pecado muerte es, muerte es. Mas la vida eterna es el don de Dios por el Señor Jesús. Mas la vida eterna es el don de Dios por el Señor Jesús. Por el camino ancho va la grande multitud; pensando sólo en su placer, se olvidan de Jesús. Por el camino angosto van los salvos por Jesús. Negándose, en pos de Él caminan con su cruz. Los engañados de Satán tendrán un triste fin: el fuego eterno de dolor, el lloro y el gemir. Los que andan con Jesús aquí, si sufren aflicción, tendrán su recompensa allí, eterno galardón.
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    11 mins
  • 244-ames john cummins-con cánticos señor
    Nov 7 2024
    Himno: Con cánticos, Señor Autor: James John Cummins Traductor: Merrill Nathaniel Hutchinson James John Cummins, hijo de un comerciante de Cork, Irlanda, nació en Cork el 5 de mayo de 1795. En 1834 se trasladó a Londres y durante muchos años fue director del Unión Bank of Australia. Murió en Buckland, Surrey, el 23 de noviembre de 1867. Dedicó mucho tiempo al estudio del hebreo y la teología. Sus himnos y otras piezas poéticas también se publicaron en 1839 como Meditaciones Poéticas e Himnos del Autor de Los Sellos del Pacto Abierto. En 1849, esta obra se volvió a publicar con añadidos como Himnos, Meditaciones y otros Poemas. El título de la portada de esta obra es Lyra Evangélica , y por este título se la conoce habitualmente. Parte de los himnos que se encuentran en esta obra son: • Jesús, Señor de la Vida y la Gloria • Jesús, Señor, nos arrodillamos ante Ti • ¿Serán himnos de amor agradecido? • Con cánticos, Señor Merrill Nathaniel Hutchinson fue el traductor de los himnos • Amoroso Salvador • Hay una Fuente sin Igual • Obediente a Tu Mandato • Con cánticos,Señor Fue pastor de una iglesia presbiteriana en Dunellen, Nueva Jersey en 1871. Dos años después renunció a su pastorado y se mudó a la Ciudad de México. Sus obras están incluidas en El Himnario de las Iglesias Evangélicas. A continuación, damos paso a la lectura y canto del himno: Con cánticos Señor Con cánticos, Señor, mi corazón y voz Te adoran con fervor, oh Trino, Santo Dios. En tu mansión yo te veré, y paz eterna gozaré. Tu mano paternal marcó mi senda aquí; Mis pasos, cada cual, velados son por ti. En tu mansión yo te veré, y paz eterna gozaré. Innumerables son tus bienes, y sin par; Y por tu compasión los gozo sin cesar. En tu mansión yo te veré, y paz eterna gozaré. Tú eres, ¡oh Señor!, mi sumo, todo bien; Mil lengua s tu amor cantando siempre estén. En tu mansión yo te veré, y paz eterna gozaré.
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  • 243-julia harriet jonhston-gracia admirable
    Oct 31 2024
    Himno: Gracia admirable Autor: Julia Harriet Johnston A finales del siglo XIX y principios del XX hubo mujeres que escribieron himnos como comentario social (es decir, himnos relacionados con el Movimiento de Templanza), comentario religioso (es decir, himnos que reflejaban las experiencias espirituales personales de los escritores) y comentario bíblico (es decir, himnos que reflejaban las creencias de los autores sobre pasajes particulares de las Escrituras). Julia Harriette Johnston nació en Salineville, Ohio, en 1849 y murió en Peoria, Illinois, en 1919. Era hija de un ministro presbiteriano y autora de numerosos libros sobre misiones cristianas y misioneros, además de más de himnos. Con el tiempo, muchos de los textos de los himnos de Johnston se publicaron en sus libros. Fue activa en la escuela dominical de su iglesia y se desempeñó como presidenta de la Sociedad Misionera Presbiteriana de Peoria durante dos décadas. Alrededor de 1910, Julia H. Johnston escribió las palabras: La gracia es mayor que nuestro pecado. Este himno con el paso del tiempo y en su traducción terminó con el nombre de Gracia Admirable. Es un comentario sobre Romanos 5, en particular sobre Romanos 5:20b, que dice: Pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia. El himno se emparejó por primera vez con la melodía Moody, que fue escrita por Daniel Towner aproximadamente en la misma época que el texto de Johnston. La melodía no recibió su nombre actual hasta que el comité del Himnario Bautista (1956) lo hizo para honrar al compositor, que era un músico metodista y se desempeñó como director del departamento de música en el Instituto Bíblico Moody en Chicago, Illinois. El himno de Johnston aparece en El Himnario Metodista Unido. No importa lo que haya pasado o lo que haya hecho el pecador; el amor de Dios es mayor y se concede generosamente a los que se arrepienten y creen en el Evangelio. Finalmente, como ocurre en los himnos evangélicos, el estribillo sigue a cada estrofa y es la parte más importante del himno. ¡Gracia! ¡Gracia! ¡Gracia de Dios que nos da perdón! ¡Gracia! ¡Gracia! ¡Gracia que limpia el corazón! El himno de Julia Johnston es apropiado para cantarlo como invitación, para la Santa Cena o simplemente como estribillo como respuesta a la confesión. Si una persona está en condiciones de hablar sobre este himno durante la escuela dominical, el ensayo del coro o el servicio puede resultar útil simplemente pedir a la gente que busque cuántas veces aparece la palabra “gracia” en el himno. Esto ayudará a la congregación a meditar sobre el texto mientras lo cantan. A continuación, damos paso a la lectura y canto del himno: Gracia admirable ¡Gracia del Dios de amor Que excede a todo nuestro pecar! Cristo en la cruz por el pecador Su vida ha dado. ¡Qué amor sin par! ¡Gracia! ¡Gracia! ¡Gracia de Dios que nos da perdón! ¡Gracia! ¡Gracia! ¡Gracia que limpia el corazón! Negras las olas de la maldad Me amenazaron con perdición; Pudo en la gracia de Dios hallar Dulce refugio me corazón. ¡Gracia! ¡Gracia! ¡Gracia de Dios que nos da perdón! ¡Gracia! ¡Gracia! ¡Gracia que limpia el corazón! Nunca tu mancha podrás limpiar Si no en la sangre del buen Jesús; En ella, sí, la podrás lavar, Hoy sin cesar fluye de la cruz. Coro: ¡Gracia! ¡Gracia! ¡Gracia de Dios que nos da perdón! ¡Gracia! ¡Gracia! ¡Gracia que limpia el corazón! Gracia infinita recibirá Todo el que cree en Cristo el Señor; Si del pecado cansado estás, Ven, gracia ofrece tu Salvador. ¡Gracia! ¡Gracia! ¡Gracia de Dios que nos da perdón! ¡Gracia! ¡Gracia! ¡Gracia que limpia el corazón!
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    9 mins
  • 242-lydia baxter-de jesús el nombre invoca
    Oct 30 2024
    Himno: De Jesus el nombre invoca Autor: Lydia Baxter Muchos himnos y canciones góspel inspiradores han sido escritos por personas que padecieron una enfermedad o alguna discapacidad. Una de esas autoras fue Lydia Baxter, que nació en 1809 en Nueva York. Un misionero bautista la condujo al Señor, y ella y su hermana ayudaron a establecer la Iglesia Bautista en Petersburg, Nueva York. Poco después de casarse con el Sr Baxter sufrió una enfermedad grave que la dejó inválida y la confinó a la cama durante días seguidos. Su casa se convirtió en un lugar de reunión para evangelistas, predicadores y otros trabajadores cristianos, y a pesar de su condición, ofrecía inspiración y consejo a quienes la visitaban. El himnólogo Kenneth Osbeck señaló: “Sus amigos solían decir que una visita a su habitación de enferma no era tanto para darle ánimo y consuelo sino todo lo contrario, era para recibir ánimo para sus propios espíritus”. Además de escribir el libro (Gemas junto al camino), en 1855, la Sra. Baxter contribuyó con muchos himnos a las colectas para las escuelas dominicales y los servicios evangelísticos. De estos, los siguientes son los más conocidos: • Vuelve a echar tu red, hermano mío • Ve, trabaja en mi viña • Estoy arrodillado, Señor, a la puerta de la misericordia • El Maestro viene y De Jesús el nombre invoca entre otros. La señora Baxter era una estudiosa de la Biblia y disfrutaba especialmente estudiando el significado de los nombres de los personajes bíblicos. De todos los nombres bíblicos que conocía, el nombre de Jesús era el que más significaba para ella. Cuando le preguntaban cuál era el secreto de su espíritu alegre, respondía: Tengo una armadura muy especial. Tengo el nombre de Jesús. Cuando el tentador intenta hacerme sentir triste o abatida, menciono el nombre de Jesús y ya no puede llegar a mí. El himno De Jesús el nombre invoca fue escrito en 1870, 4 años antes de la muerte de la autora en 1874 con el título original en inglés El Nombre Precioso. En algunos himnarios, el título se toma de la primera línea, Lleva el Nombre de Jesús contigo”. Ella escribió varios himnos más, pero este es el único que se canta comúnmente en la actualidad. William Howard Doane compuso la música para el texto y la publicó en el himnario “Oro puro para la escuela dominical” en 1871. El himno se hizo popular durante las cruzadas evangelísticas de Moody-Sankey a fines del siglo XIX. Las palabras del himno De Jesús el nombre invoca expresan el consuelo y el poder que se encuentran en el nombre de Jesús. El precioso nombre de Jesús es la única esperanza del cielo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12). A continuación, damos paso a la lectura y canto del himno: De Jesús el nombre invoca De Jesús el nombre invoca, Búscale con vivo afán; Dulce hará tu amarga copa, tus pesares cesarán. Suave luz, manantial de esperanza, fe y amor; Sumo bien celestial, Es Jesús, el Salvador. De Jesús el nombre adora, que te sirva de broquel; Alma débil perturbada, hallarás asilo en Él. Suave luz, manantial de esperanza, fe y amor; Sumo bien celestial, Es Jesús, el Salvador. De Jesús el nombre ensalza, cuyo sin igual poder, del sepulcro nos levanta; Renovando nuestro ser.
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    9 mins